Capitulo 12 (Parte 2)

Llegamos, obvio que en pleno centro, y después del partido, sabes lo que era tratar de estacionar? Imposible, como ya se sabe uno siempre tiene que esperar, así que se bajó toda la troupe y yo me fui tranquilo a buscar un lugar.


Esta parte de la historia consta de dos versiones, que acontecieron en el mismo tiempo, pero distintos lugares. El punto de partida de la misma es cuando nos separamos…

La primera es mi versión, una vez que conseguí lugar para estacionar el auto, tenia encomendado sacar copia del documento de la madre (que para variar deja todo para lo último) para poder hacer el trámite pertinente, para llevar adelante la ecografía. Como siempre que buscas algo, no encontras nada cerca, con tranquilidad empecé a caminar en busca de una fotocopiadora, sabiendo que como de costumbre por más que llegues a horario, siempre tenes que esperar. No llevaba ni 30 metros de caminata que suena el celular, era mi señora diciendo que no demore que éramos los próximos en entrar…Que casualidad… a correr se ha dicho.

La segunda versión corresponde a lo acontecido, en el consultorio, mientras yo estacionaba y sacaba las fotocopias…( para este relato, cabe destacar la valiosa colaboración de mi hermana que estaba ahí, y al día de hoy cuando se acuerda todavía se sigue riendo…).
Llegaron, se registraron, y se fueron derecho a la sala de espera no si antes recordarle a la Guada las recomendaciones que se le habían hecho, por suerte estaban solos. Como bien saben antes de una ecografía (por lo menos durante los primeros meses) se tiene que tomar mucha agua para realizar dicho estudio. Obviamente hay en el lugar, un dispenser , y baños. Como lo había indicado el médico, mi señora no tuvo mejor idea que servirse un vaso de agua, lo que también arrojó como un acto reflejo, la deshidratación inmediata de la pequeña integrante del contigente…

Guada-Yo también tengo sed!!!

Tía-Bueno te sirvo un vasito para vos también, pero tené cuidado, y no te olvides lo que te dijo el padrino de portarse bien, así que sentate tranquilita, sabes?

G-Sí, me porto bien yo!!!

T-Bueno, tomá y sentate ahí, que nos van a llamar en un ratito.

Hay un dicho que dice… “el pez por la boca muere” y eso fue lo que le pasó a la niña. No alcanzó a agarrar el vaso que…ZAS… se le cayó al piso. Dicen los testigos oculares que era una escena propia de una película como Matrix. Ver como caía el vaso hacia el piso, era directamente proporcional a ver como se le transformaba la cara a la actriz principal!!!!

Las primeras palabras que pudo articular, mirando a la cara de la tía fueron…

- No le cuentes nada al padrino!!! Mi hermana viendo esto, con una sonrisa a flor de labios le dice-No te preocupes, ahora la pedimos un trapo a la recepcionista… Oh casualidad la misma estaba al teléfono, así que no lograron nada…Había que resolverlo de otra manera, así fue que como dos socias pusieron manos a la obra, traficando papel del baño (toallitas, papel higiénico o cualquier cosa que absorba) para enmendar el acto fallido. En ese preciso instante le hablo a mi mujer para avisarle que estaba llegando, con las copias en mano, que me esperen para entrar. Y ella haciendo las veces de campana le dice- Ahí viene tu padrino…, con ese dato para nada alentador, y a mitad de la faena, se da vuelta y con voz histérica le dice a mi hermana que iba y venía al baño…

-DALEEEEEEEEEEE QUE YA VIENEEEEEEEE!!!!!!!!!

Cuando entré, si ustedes vieran lo que yo vi, también se hubieran dado cuenta al toque que algo no andaba bien…Las tres sentaditas una al lado de la otra, con una cara de estampita cada una…

Pero bueno la verdad que tampoco le presté mayor atención, estando ahí, el objetivo era uno solo…la eco. Así fue que estábamos listos para cuando nos llamaron, era el momento de la verdad.