Capitulo 2: "EL TOCO"

Otra gran mentira… “EL EVA PLAN”, para quien no lo conoce paso a desarrollar su funcionamiento (Gracias a vos lo conocí yo, si por tu recomendación. No te preocupes, que te voy a guarecer al negar tu nombre y tu apellido). Aparte de ser caro como todo lo que tenga relación al tema en cuestión, es tan inútil y torturante como los calendarios, posiciones, fases lunares y la mar en coche. Este artilugio consta de 5 tiras reactivas (lo que ya te lleva a la primer tortura porque son como las del famoso Evatest, con lo que volvemos, a la muerte de la cigüeña, llantos, etc.) dice la teoría, o, el folleto que después de no sé cuantos millones de días podes empezar a utilizar una por día, esta tras determinado proceso químico, indica “el punto caramelo”, para que se logre la concepción.
Lo que nos lleva de nuevo a que coincidan nuestras ganas con la dichosa tira(segunda tortura), y el mismo día que esta arroja el ok, preparate para ser estrujado cual naranja de bar, que tiene como destino rendir para los exprimidos, que acompañan a los cafés de toda la mañana(tercera tortura).
Y cerrando este círculo vicioso, de nuevo caemos en el Evatest, que arrojando el resultado negativo, hace que sigas con la tortura.
Hablando de vicios, sabes que en mi heladera, con la soda, la mayonesa, los huevos los restos de alguna comida y las botellas de agua convivía también, un Evatest?


Todo lo anterior que fueron leyendo no es más que el trabajo de tres, si tres años, así que compréndanse como estábamos ya para esa altura: ojo que si bien uno le pone una nota de humor, pensá en eso pero traducido a números, ej. 365 días x 3 años = 1095 días x 16 hs (por que también hay que dormir, siempre y cuando no te despierten peor que en la colimba para cumplir, con los deberes conyugales) no da un total de 17.520 hs. Te imaginas todo ese tiempo convertido a lo detallado en el capítulo 1?

No, no podes.

Para principios de este año 2010, ya uno estaba un poco resignado (por que quedaría mal decir “hinchado las pelotas”) pero ahí fue cuando yo tuve una iluminación y propuse cambiar de médico (o será que una vez mas eso me hicieron creer?) y fue así que dejamos de escuchar el ya desgastado “no se preocupen que está todo bien, ya se les va a dar”, por el nuevo “hay encontrar el por qué” de este nuevo ginecólogo, quien ya por solo cambiar la expresión en la cara de mi mujer, merecía todo mi respeto, mi admiración, mi eterno agradecimiento, por devolverme lo más importante:


“90 minutos de fútbol por semana al menos en paz, y con la asistencia para no levantarme siquiera a la heladera en busca de ese tesoro helado”

Doctor…”GRACIAS TOTALES”